dimecres, 14 de febrer del 2007

Carta a un periodista

Te he leído en varias ocasiones, ya que tienes la virtud de hacer unas exposiciones claras y directas y pienso que esto es precisamente lo que molesta a más de uno.

En tu artículo "Vuestros pactos... nuestra libertad" dices que no entiendes los comentarios de los energúmenos. Permíteme que, sin sentar cátedra, sea un poco didáctico. Es una cuestión de psicología en tres fases o tres opciones psicológicas:

La primera es la psicología personal, el contexto en que se ha desarrollado la formación de algunos jóvenes: Nula formación humanística, drogas, impunidad y, sobretodo, crecer en entornos donde impera el refuerzo negativo. Además, ese refuerzo negativo se catapulta hacia una imagen de "macho dominante" Por tanto, odian todo aquello que conlleva un refuerzo positivo que asocian con la debilidad. Es el problema número uno, la inmadurez.

La segunda psicología es la psicología social, que se genera, nutre y crece dentro de la tribu urbana. Da igual que tipo de grupo, pandilla y, si me apuras, asociación esté integrado el individuo. Lo importante no es el individuo (se ha perdido el librepensamiento) lo importante es el grupo y todo lo que se dice y se hace dentro del grupo. El grupo está en posesión de la verdad y toda opinión contraria a la opinión del grupo es considerada como una agresión. Así, se empieza con la intolerancia y se acaba en el fanatismo. Y, por desgracia, los políticos no están por la labor, siendo este el problema número dos, la impunidad. Piensa que nadie (por poner un ejemplo) nace terrorista. El terrorista se hace: empieza con la mala educación, de ésta pasa al gamberrismo, luego al vandalismo y por último al terrorismo.

La tercera psicología es la sociología. Estamos inmersos en una sociedad que de un año a otro cambia a tal velocidad que siempre estamos detrás de los acontecimientos, no hay "a prioris" sólo "a posterioris". Hay varios factores que influyen en esta sociología: una legislación blanda (ligth) (siempre he dicho que una democracia débil es tan nefasta como una dictadura), estúpidas y trasnochadas frases del estilo "estaba en el lugar equivocado y en el momento inoportuno" o "vive y deja vivir" (¿para cuándo "vive y convive"?), el maremágnum de inmigración que comporta un boom multicultural, multirracial, multireligioso y multi-geo-político, caldo de cultivo para todo tipo de manipulación y fanatismo. Problema número tres, fanatismo.

Para más INRI (y con el listado de adicciones de la OMS en la mano), en este país el 80 % de la población resulta que es adicta o drogadicta, tanto a drogas legales como ilegales. Ya que, además del "rey" alcohol, aquí se consumen de forma indiscriminada todo tipo de alcaloides (identificados por la terminación -ina) Así, quien no consume cocaína consume nicotina o cafeína o benzodiazepinas o lisinas o... Tanto el alcohol como los alcaloides son depresores del sistema nervioso central (SNC) y, a la corta o a la larga, provocan degeneración neuronal y en consecuencia muchas psicosis. Nuestra sociedad (como tantas otras sociedades) está "trasvasando" individuos e incluso algunos pequeños grupos sociales de una sociedad neurótica hacia una sociedad psicótica.

¿Éste es un panorama negro? No lo sé, pero si es un panorama muy inquietante, consecuencia de una sociedad que va perdiendo sus referencias éticas (la concepción socio-cultural-política del individuo) en beneficio de otras referencias más endogámicas. De esta forma, la referencia inmadurez implica egoísmo y búsqueda de placer (incluido el odio) La impunidad implica osadía y, por tanto, incremento del delito. Y el fanatismo (da igual si es político, religioso, etc.) implica violencia, sea verbal o física.

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